miércoles, 6 de marzo de 2013

Égloga I de Garcilaso

 

  El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,                   
(de pacer olvidadas) escuchando.
 
Inicio de la Égloga I de Garcilaso de la Vega 
Texto completo: 
http://users.ipfw.edu/jehle/poesia/egloga1.htm

Oda a la pobreza de Pablo Neruda

Cuando nací,
pobreza,      
me seguiste,
me mirabas
a través
de las tablas podridas
por el profundo invierno.      
De pronto
eran tus ojos
los que miraban desde los agujeros.
Las goteras,      
de noche, repetían
tu nombre y tu apellido
o a veces
el salto quebrado, el traje roto,      
los zapatos abiertos,
me advertían.
Allí estabas
acechándome      
tus dientes de carcoma,
tus ojos de pantano,
tu lengua gris
que corta      
la ropa, la madera,
los huesos y la sangre,
allí estabas
buscándome,      
siguiéndome,
desde mi nacimiento
por las calles.

(Fragmento) Pablo Neruda
Texto completo: 
http://www.poesiaspoemas.com/pablo-neruda/oda-a-la-pobreza

Cyrano de Bergerac (sátira)

Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (elegía)

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
[...]
No hubo príncipe en Sevilla
que comparársele pueda,
ni espada como su espada
ni corazón tan de veras.
Como un río de leones
su maravillosa fuerza,
y como un torso de mármol
su dibujada prudencia.
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza
donde su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué buen serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tiniebla! Pero ya duerme sin fin.
Ya los musgos y la hierba
abren con dedos seguros
la flor de su calavera.


 (Fragmentos del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías)
Federico García Lorca

viernes, 1 de marzo de 2013

De veinte poemas de amor

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

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